Javier Giraldo Barcelona, 10 jun (EFE).- La sexta prueba del Mundial de MotoGP, el Gran Premio de Cataluña, aterriza este fin de semana en el circuito de Montmeló con el duelo entre dos compañeros de equipo, Jorge Lorenzo y Valentino Rossi, como gran atracción, con permiso del liderato de Casey Stoner y del intento de Dani Pedrosa de recuperarse de su lesión para comenzar a recortar puntos y lograr su primera victoria del curso.
Lorenzo, ganador en Japón y Francia, se ha convertido por méritos propios en aspirante al título mundial después de su primera temporada de adaptación a la categoría. En su primera carrera como piloto de MotoGP en Montmeló (no corrió en 2008 tras sufrir una caída en los entrenamientos), el mallorquín intentará recuperar el liderato.
A medida que avanza la temporada, la temperatura en el 'box' de Yamaha sube en cada carrera, a medida que Lorenzo crece y Rossi toma conciencia de que tiene a pocos metros, separado por un muro, a su competidor más serio de los últimos años. El temor de Rossi está justificado: desde que compite en la categoría reina (123 carreras), sólo se ha visto superado por su compañero de equipo en once ocasiones; seis de ellas por Lorenzo (cuatro en 2008, dos esta temporada).
Pero a Rossi, en cambio, le avala su excelente trayectoria en Cataluña, uno de sus trazados preferidos. Desde que compite en la máxima categoría no se baja del podio, con cinco victorias, tres segundos puestos y un tercero. El piloto italiano intentará tomarse la revancha de Mugello, donde se vio superado por Stoner y Lorenzo.
Nueve puntos separan a los tres primeros clasificados, de los 90 de Stoner a los 81 de Rossi, con Lorenzo en la segunda plaza (86 puntos). La clasificación retrata las dificultades que Rossi se encontrará este año para revalidar su título de campeón del mundo.
Stoner -campeón en 2007- y Lorenzo, decididos a discutir el monopolio de Rossi, han dado un paso adelante en la lucha por el título.
Con más sigilo, Stoner se ha adueñado del liderato a bordo de su Ducati. Ha ganado dos carreras, en Qatar y Mugello, y es el único de los aspirantes que ha puntuado en las cinco pruebas disputadas. Más regular y más discreto que los dos pilotos de Yamaha, el australiano, campeón en 2007, puede verse beneficiado por la gran rivalidad que empieza a brotar entre Rossi y Lorenzo.